Nadie va a quemar tu coche
Héctor Muñoz. MÁLAGA
El Vaso Canopo registra 10.000 páginas vistas desde
octubre de 2011
Vasos canopos. Dinastía XIX de Egipto (siglos XII y XIII a. C.). Museo de Berlín. |
Diez mil visitas no son tantas: son las que son. El Vaso Canopo
arrancó en octubre de 2011 con la presentación del blog y un sentido
homenaje a José María Smith Agreda[1], ese anatomista espectacular que
fue el primer rector de la
Universidad de Málaga.
Diez mil visitas no son tantas: son diez mil agradecimientos
del autor a todas las personas que han querido dedicar lo más preciado, su
tiempo, a leer las divagaciones de un común mortal. Las reflexiones de un
médico de toda la vida, un novato estudiante de Periodismo[2].
En todos estos años, El Vaso Canopo ha explorado, con
sus crónicas, desde la Sábana Santa
en la catedral de Málaga[3] hasta el infierno de Rosa, aquella
mujer que un mal día decidió precipitarse al abismo[4]. Entrevistó a incombustibles, más
allá de las fronteras que marcan los estereotipos, como Isabel Esteva[5], y mucho más cerca de lo que
proponen las ideologías como el caso de Antonio Herrera[6].
Diez mil visitas son las suficientes para poder dar a entender
que ‘Pasos Largos’[7] fue un bandolero honesto, y que los políticos, y políticas, de Andalucía
son un mal mayor: aquél robaba a los muy pudientes; éstos roban a todos… menos
a los que mucho tienen. Exactamente lo mismo que los de Madrid. Las diferencias
se reducen a los colores de los logotipos, rojo y azul, y a sus motivos, la rosa
y las gaviotas.
El blog fue, es y será un minúsculo espacio antisistema; no imaginen El Vaso Canopo con pasamontañas rompiendo escaparates a pedradas, no. Esa es la imagen que la propaganda oficial, amparada por los medios de comunicación propios y los ajenos secuestrados por las grandes corporaciones, inyecta en las audiencias pasivas para provocar el miedo, ese gran persuasor. Nadie tema: El Vaso Canopo no les quemará el coche. Pero que nadie se engañe. Nada impedirá que, más temprano que tarde, los descamisados tomen su Bastilla particular y acaben, de cuajo, con tamaña felonía[8].
El blog fue, es y será un minúsculo espacio antisistema; no imaginen El Vaso Canopo con pasamontañas rompiendo escaparates a pedradas, no. Esa es la imagen que la propaganda oficial, amparada por los medios de comunicación propios y los ajenos secuestrados por las grandes corporaciones, inyecta en las audiencias pasivas para provocar el miedo, ese gran persuasor. Nadie tema: El Vaso Canopo no les quemará el coche. Pero que nadie se engañe. Nada impedirá que, más temprano que tarde, los descamisados tomen su Bastilla particular y acaben, de cuajo, con tamaña felonía[8].
Diez mil visitas, la mayoría de España, pero también de
Estados Unidos, Rusia, Alemania, Francia, Reino Unido, Ucrania, México,
Argentina, Chile, Colombia, Bolivia, Canadá y Taiwán, han tenido la oportunidad
de atisbar el micromundo de El Vaso Canopo: lo global y lo local, esa es
la magia y el poder de Internet; en tres de los cinco continentes habrán podido
leer cómo y quién gestiona un hospital público malagueño[9], de que manera humillan a sus
médicos[10] y cuán larga es la nariz,
acartonada de tanto mentir, de tales monigotes nacidos para medrar, medrar y
medrar[11].
Y además, aún se preguntarán qué fue de aquel ratoncillo[12], feliz mientras vivía en la cocina
del restaurante de Carlos Haya, hasta que su presencia fue delatada. Mundo
cruel.
Sinceramente, gracias.
impresiona ver el mapa. Y supongo que motiva, también. Hacen falta reductos como el tuyo
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