Como
la ola en el rompiente
HÉCTOR MUÑOZ
Hasta aquí
hemos llegado. En dos días me jubilo.
Personalmente
siempre he pensado que la jubilación no es motivo de fiesta. Lo es porque durante
los diez años anteriores no han querido aprovechar la experiencia y nos han
seguido machacando en las trincheras. Por otro lado, recientes desgracias
familiares invitan aún menos a dicha celebración.
Una
trayectoria profesional es como una ola, que nace un buen día, navega por mares
y océanos y, finalmente, se deshace en el rebalaje exhibiendo un blanco manto
de espuma.
Y como esa
ola, hasta aquí ha llegado la mía, en paz conmigo mismo.
Muchas
gracias a todos mis amigos y compañeros.
Deseo que las desgracias sean, a su debido tiempo, transitadas hasta recuperar la capacidad de disfrute. Cuídate mientras.
ResponderEliminarGracias por todo lo compartido
ResponderEliminarBienvenido al club de los jubilados
Y que disfrutes de tu nuevo estado