60.000
agradecimientos
HÉCTOR MUÑOZ. MÁLAGA
Cumplidos seis años de existencia, El
Vaso Canopo (EVC) acaba de registrar 60.000 visitas, según las estadísticas
del servidor Google.
No son
cifras espectaculares, ni mucho menos. Que nadie se equivoque. Si se comparan
con las de otros blogs o páginas web, pueden incluso resultar ridículas. Más
allá de los números, están la satisfacción y la sorpresa del autor por tal
seguimiento: el grueso de las visitas proviene, lógicamente, de España, con casi un 81 por ciento de
las mismas. Le siguen los EE. UU con el 6 por ciento. El resto se lo reparten,
por este orden: Rusia, Alemania, México, Francia, Reino Unido, Argentina,
Colombia y Ucrania. También, aunque de forma casi testimonial, el blog ha sido
leído en Italia, Portugal, Bolivia, Perú y República Checa. Para EVC es un misterio digital el hecho de ser leído,
aunque solo lo fuese por una persona, en Rusia, Ucrania o la República Checa, pero
si lo dice el tío Google, debe ser cierto.
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Estadísticas de audiencia por países. El Vaso Canopo. Septiembre 2016. / Fuente: Google |
Tan
desconcertantes como lo anterior, son dos
datos adicionales: actualmente, al introducir en el buscador el nombre
literal del blog, éste aparece como la primera entrada de 39.800 resultados,
por encima incluso de la de wikipedia. Por otro lado, EVC tiene una
oferta para insertar banners publicitarios en sus páginas; la pretensión
de independencia hace inviable la estimación de dicha opción. Pero sin lugar a
dudas, lo más satisfactorio ha sido la evolución.
En septiembre de 2015, la publicación celebraba sus primeras 20.000 visitas; un
año después, las triplica. En doce meses, EVC ha tenido el doble de registros
que en los cinco años precedentes. Una vez más, gracias.
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Estadísticas globales de audiencia. El Vaso Canopo. Septiembre 2015. Fuente: Google
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Un
fenómeno esperado y concordante con la tendencia dominante de consumo de Internet,
es el del acceso a través de
dispositivos móviles: si hace un año algo más de la tercera parte de las
visitas a EVC provenían de sistemas operativos instalados en los mismos, actualmente ya
son la primera fuente —mayoritariamente Android—
con casi el 60 por ciento; la ubicuidad e inmediatez de los teléfonos móviles han
ganando la partida —de forma inapelable— a los ordenadores convencionales,
incluidos los portátiles. El rey Windows, derrocado, no llega a ser ni el 30 por ciento de los sistemas
operativos a través de los cuales se han realizado las visitas a EVC.
Tanto en unos como en otros, ha sido Chrome,
el navegador del gigante Google, el
más usado por los lectores, muy por encima del resto, con un 60 por ciento.
En
cuanto a los contenidos de las 106 entradas
publicadas, dos de ellas destacan entre las más leídas: son dos artículos de
opinión sobre la desastrosa gestión sanitaria de la Junta de Andalucía: La banda de los tragallones y Viacrucis de verano. El primero critica —quizá
con más vehemencia de la necesaria— una carta, publicada en el diario Sur y firmada por la mayoría de mandos
intermedios de los dos principales hospitales de Málaga, en la que se niegan
las graves disfunciones denunciadas por miles de profesionales y por diferentes
medios de comunicación de cobertura local y nacional. El segundo trata de
describir la situación sanitaria en Andalucía a través del calvario de un
enfermo conocido pero convertido en personaje de ficción para salvaguardar su
intimidad y el secreto profesional.
A
cierta distancia de los anteriores, en cuanto a número de lectores, pero con
una audiencia considerable, se encuentran otros tres. Víctimas de la propaganda es un artículo de opinión que hace
referencia al control propagandístico-electoral de la administración sanitaria
andaluza con temas sensibles como el de los trasplantes de órganos e
intervenciones quirúrgicas espectaculares, así como con la publicidad dada, a
bombo y platillo, a diversas inauguraciones de centros sanitarios, con el único
fin de ocultar la descarnada realidad de los recortes que están llevando a cabo.
Todo ello, además, ha coincidido este verano con una ola de agresiones a
trabajadores sanitarios, indefensos ante una población engañada y —también hay
que decirlo— con una educación muy limitada, en líneas generales, claro está;
éste es un fenómeno que permite a los poderes campar a sus anchas y así
perpetuarse electoralmente, de ahí su poco interés en mejorarla
Dos trabajos académicos elaborados para la
Facultad de Periodismo de la
Universidad de Málaga (UMA), ambos en la asignatura 'Géneros
periodísticos interpretativos y de opinión', de tercer año e impartida por el
profesor Agustín Rivera, ocupan respectivamente el cuarto y quinto lugar en
audiencia; en Un verso suelto, la entrevista a Juan de Dios Colmenero, jefe del Servicio de
enfermedades infecciosas del hospital Carlos Haya —además de un referente
profesional y humano—, el protagonista ofrece una visión tan acertada como crítica
del estado actual de la sanidad pública andaluza y, en concreto, del hospital
en el que trabaja desde hace 35 años. Finalmente, el reportaje Urgencias: siete días sin sombras,
calificado por la UMA con la máxima puntuación, ha tenido una excelente acogida
por los lectores de EVC, que también han querido premiarlo de esta manera.
Hace
unos meses, un miembro del equipo de Dirección del Carlos Haya me comentaba, de
forma cordial, que en su círculo de gestión se especulaba de vez en cuando con
la posibilidad de la publicación de algún artículo en respuesta a alguna de sus
decisiones: a esto lo llamaba «canopazo»;
se da, pues, la paradoja de que uno de los mejores halagos para el autor
provenga de aquellos a los que critica por lo que entiende como mal hacer.
EVC
es consciente de que muchos de sus pasajes no resultan simpáticos a algunos de
sus lectores, porque su vocación no es la de agradar a cualquier precio. Para
eso ya están otros. EVC sabe que es leído por más de un detractor, cuando la
curiosidad vence al desdén. Y así debe ser siempre. De otra forma no tendría
sentido. Por ello, está abierto a la crítica y al debate. Pero también sabe que
hay bastantes personas, amigos, compañeros, que lo siguen con complicidad y que
esperan mucho de él, quizá más de lo que les pueda ofrecer, pero dentro de una
senda crítica, serena y honesta, cualidades que, por otra parte, no constituyen
un seguro frente al error, del que nadie ―EVC tampoco― está libre.
A
todos, 60.000 gracias.