Ir de culo
HÉCTOR MUÑOZ.
MÁLAGA
El futuro está en el ano. Sí, sí,
que nadie se extrañe o escandalice. El destino del género humano está escrito en
todos y cada uno de esos ignorados y recónditos orificios que muchos y muchas
desconocen —al menos los propios—, pero que todos y todas saben que están ahí.
Se acabaron las cábalas, las profecías
de Nostradamus y las artes quirománticas. Aquella ancestral aspiración del
hombre por conocer lo que ha de llegar —tras manipular a su antojo el pasado y disimular
el presente según su conveniencia— se ve colmada en pleno siglo XXI donde menos
lo esperaba: en su propio culo.
Una ciencia revolucionaria, la
Rumpología, acaba de irrumpir poderosamente para desvelar el secreto del qué será de cada uno de los habitantes
del planeta Tierra y, por lo tanto, de un mundo que vaga entre las tinieblas de
la incertidumbre.
Pero ¿qué es la Rumpología? Es el método empírico que permite conocer el
futuro de una persona a través del análisis de su propio agujero final —el eje de
la vida— y de las nalgas que lo abrigan y protegen. En un excelente vídeo divulgativo, Jorge —el maestro rumpólogo conocido como “el profesor del ano”—
explica detalladamente los pilares científicos de esta innovadora disciplina
académica.
![]() |
Jorge, el profesor del ano. Telemundo |
A lo largo de una brillante exposición en el programa 'Caso Cerrado' de la cadena
estadounidense Telemundo, el profesor derriba definitivamente la teoría hipocrática de los
cuatro humores. En un salto cualitativo de consecuencias aún impredecibles, el
maestro clasifica a los seres humanos según la arquitectura frutal del ojete.
Un ano en forma de manzana es propio de personas influyentes y carismáticas. Por
el contrario, cierto parecido a la pera delata una personalidad opaca y
pusilánime. Finalmente, la perfección anal se alcanza con la naranja: un culito
anaranjado es propio de espíritus alegres, con iniciativa y —muy importante— a
los que les gusta la rumba.
Las implicaciones prácticas de la
Rumpología abren una nueva era del progreso humano. En la Medicina, por ejemplo,
el impacto sería tremendo: todas las campañas de prevención o diagnóstico
precoz podrían quedar obsoletas con equipos de rumpólogos bien formados,
capaces de predecir la evolución nosológica de los diferentes males con solo
analizar los culos de los usuarios. La figura del rumpólogo de guardia terminaría
siendo un hito por su eficacia y el consiguiente ahorro sanitario.
Y qué decir de la política o las
sentencias judiciales. ¿Cabe imaginar, acaso, el vasto compendio de
conocimientos encerrados en el bul de Mariano Rajoy, en el de Pedro Sánchez o
en el de Susana Díaz? Las dudas sobre sus futuros políticos ya estarían
resueltas. Por sus anos —convertidos ahora en cosa pública— los conocerán los ciudadanos mucho mejor que por sus
lenguas y sus actos.
Y sabrán éstos, además, cuál será
el final de Bárcenas y los 40 ladrones. Una manera más democrática para ir de
culo, que es de lo que se trata.
Que barbaridad!!!ya fui a mi clínica a sacar una cita de carácter URGENTE con el rumpologo en turno y para mi gran tristeza y decepción, aun no contamos con esa "especialidad" en mi país. Gracias niño por el rato de humor...reí como enana.
ResponderEliminarTodo llegará... Gracias por tu comentario.
Eliminarque risaa!!!rumpologia? eso de donde salio? jejeje tienes muy buen humos jijiji. att. ana julia desde colombia
ResponderEliminarUna gran ciencia, Ana Julia.... En fin, yo creo que en el fondo no es más que otro producto de la telebasura que tanto vende hoy en día, y de un mundo cada día más loco. Gracias por tu comentario. Un saludo cordial.
Eliminar