No hay quinto malo
HÉCTOR
MUÑOZ. MÁLAGA
Que Dios nos libre de los defensores porque de los
otros ya nos libraremos nosotros solitos. De una vez por todas: “El Defensor del Paciente” es una
asociación privada. Tan privada como una gestoría, una compañía de seguros
o un bufete de abogados. El nombre de la web se ajusta mucho más a sus
objetivos reales: negligenciasmedicas.com.
Presentación de negligenciasmedicas.com FUENTE: negligenciasmedicas.com |
Fue fundada en 1997 por Carmen Flores
López, la actual presidenta. Su hijo Miguel Ángel falleció en 2011 tras una
larga y penosa enfermedad. Cinco años antes, el Tribunal Superior de Justicia
de Madrid había condenado al Servicio Madrileño de Salud a pagarle una indemnización de 12.000 euros, «por quedar tetrapléjico a
causa de una negligencia médica», según el diario ABC.
La familia Ocaña Flores, que había solicitado una compensación económica de 721.214 euros —según elEconomista.es—, interpone un
recurso de casación sobre la «reclamación de responsabilidad patrimonial con
motivo de la asistencia sanitaria» recibida por su hijo. El Tribunal Supremo lo desestima en
sentencia del 19 de octubre de 2011.
El brazo armado de la asociación es su asesor jurídico,
Francisco Damián Vázquez, titular del bufete Vázquez Abogados, que dispone de seis oficinas en toda España; tres
de ellas están en la provincia de Málaga. Este último dato no es azaroso.
Web del bufete Vázquez Abogados FUENTE: vazquezabogados.es |
El Vaso Canopo jamás tratará de justificar ni
defender a un solo negligente. Sobre «el descuido, la falta de cuidado y de
aplicación» —que es como el DRAE define la negligencia— se puede escribir
mucho; más de uno se sorprendería de lo cerca que tenemos ese azote de la
profesión médica. Pero hoy no toca.
El pasado 11 de enero el diario malagueño Sur se hacía eco de la “Memoria 2017”,
elaborada por la asociación que preside la señora Flores. Un clásico: «Las urgencias de Carlos Haya, las quintas de España con
más quejas, según el Defensor del Paciente». En
justicia, hay que decir que el titular se ajusta al contenido del documento, y
que en el subtitular se especifica claramente que la fuente es una asociación
privada. Una agencia a la que se le supone un prestigio asentado, como Europa Press, también da la noticia (suponiendo que periodísticamente pueda incluirse
en dicho género). La pregunta es: ¿hay que dar pábulo a negligenciasmedicas.com? ¿Es una fuente
veraz? No, no y no. Es una fuente interesada. Mejor dicho: muy interesada.
Aquel que no es sospechoso de militar en la contumaz orden
del corporativismo médico ni de ser
un acólito compinche de la Consejería de Salud, puede darse el gustazo —sin temor a que le
llamen militante o pelota—, de afirmar que la asociación de Carmen Flores es, o
pretende ser, un elemento de presión mucho más ocupado en obtener indemnizaciones
para sus asociados que en la defensa de la sanidad pública. Y yo lo afirmo.
"El Defensor del Paciente", marca registrada FUENTE: negligenciasmedicas.com |
Hay que reconocer que lo del “Defensor del Paciente” tiene tirón porque evoca instituciones
oficiales que defienden (o eso dicen) al ciudadano. De hecho, Carmen ha tenido que patentar el nombre porque hay “defensores” sin copyright que se atreven a competir con ella para compartir la
gloria —dejémoslo en eso— de ser los adalides de la filantropía sanitaria. Como
Amancio Ortega pero sin el glamur de la opulencia. Este blog no contribuirá a tal
ceremonia de la confusión y solo hará referencia al nombre real, negligenciasmedicas.com, que no es lo
mismo que el otro, ni muchísimo menos.
Para los que llevamos más de 20 años denunciando las miserias
del Servicio de Urgencias del Carlos Haya —que no son más que el producto de
las de muchos de los gerentes y directores que ha tenido, y tiene, el hospital—,
la noticia de que somos el quinto peor
de España (como asegura negligenciasmedicas.com) podría servirnos de martillo pilón y rearme
moral para decirle a Susana Díaz y a su coro de grillos y grillas: «ahí tenéis
la prueba, iros ya a tomar… la salida más próxima». Pero ni a la plaga le
preocupa el afrecho ni nosotros somos tan ruinmente oportunistas como ella.
Advertencia del Defensor del Paciente FUENTE: negligenciasmedicas.com |
En los 90 este servicio de urgencias fue pionero en politraumatizados, fibrinolisis en el infarto, protocolos de muerte cerebral, preparación de los primeros equipos del 061, etc. Una década prodigiosa que no supimos vender porque despreciábamos el cartón, el pastel y las posturitas, “dientes, dientes”, para salir bien en la foto. Así nos ha ido, claro. Aquí, el que no vuela viaja por el espacio y al camarón que se despista se lo come el pulpo listo. Y pulpos de esos hay a patadas.
La deriva actual hubiera llegado de
cualquier manera porque todos los gerentes y directores se cebaron en contra:
un torpe incompetente es negativo; un torpe incompetente y asustado es una
peste. Y si además se llama Prieto, como el de ahora, los muertos brotan
alarmados y prefieren nuevamente una
muerte nueva a pasar otra noche en urgencias. Los puedo comprender.
Los profesionales que trabajan mucho
y bien en urgencias son legión. Y les duelen en su amor propio titulares como
el del peor servicio de 2016 o el del quinto malo del 2017. Tienen su
corazoncito, como todos. Y escuece más cuando saben que el “defensor” es un
sujeto privado y que el hecho de autodenominarse así no lo hace más grande ni
más guapo ni más verdadero.
Además, a los trabajadores sanitarios no les agrada que los insulten ni que los amenacen. Y menos que les partan la cara. Normal, ¿verdad? Pues para negligenciasmedicas.com las condenas por agresiones al personal no solo «son desproporcionadas y sin pruebas claras», sino que suponen una situación de «indefensión para los pacientes». Sin comentarios.
Además, a los trabajadores sanitarios no les agrada que los insulten ni que los amenacen. Y menos que les partan la cara. Normal, ¿verdad? Pues para negligenciasmedicas.com las condenas por agresiones al personal no solo «son desproporcionadas y sin pruebas claras», sino que suponen una situación de «indefensión para los pacientes». Sin comentarios.
Solo hay que leer la Memoria de 2017 que publica negligenciasmedicas.com
en su web: un desastre, un nido de gárgolas, una mezcla infame de intereses al
gusto con dos cuencos de ignorancia vestida de domingo y varios granos gruesos
de resentimiento añejo. No hay un solo dato constatable; dice que le llegan
quejas. 500, 600, 700 quejas… Si alguien tiene la curiosidad de llamar al
teléfono de la asociación narrando una supuesta negligencia, comprobará como
una amable joven le solicita el relato por escrito, a través de un correo
electrónico. A partir de ese momento ya hay una queja más, computable para que
en 2018 las urgencias del Carlos Haya vuelvan a ser de las peores.
Es muy curioso el
recurso
que usan para argumentar sus opiniones: «La vida de las personas se pone en
peligro. Juzguen ustedes mismo» [textual]; y a continuación trascriben 30 o 35
titulares de periódicos (pág. 2):
«Mi abuela estuvo más de ocho horas
en los pasillos de urgencias con 96 años y la extremaunción dada». «Un paciente
sordo espera casi siete horas en Urgencias porque le llamaron por megafonía».
Se les ve el
plumero
más de la cuenta. El momento estrella de la Memoria 2017 es la “ronda de
entrevistas” con los partidos políticos más importantes del arco parlamentario (pág. 6);
las tres propuestas fundamentales de negligenciasmedicas.com
son eliminar costes procesales, ampliar el plazo para
reclamar y un nuevo baremo de daño sanitario. La primera de ellas parece
bastante lógica porque Vázquez acaba de perder, el pasado mes de septiembre, un
pleito de forma dolorosa, según la sentencia a la que El Vaso Canopo ha tenido acceso: un informe forense le desmonta una demanda por
520.000 euros y el juez impone las costas procesales a la familia del finado. Vaya
faena. No estaría de más otra asociación defensora, algo así como negligenciasdeabogados.com.
Para realizar un
estudio real
y comparativo sobre la calidad asistencial en los servicios de urgencias son
necesarios muchos más datos que las quejas que reciben Carmen Flores y su
abogado. Muchos más datos y un tratamiento estadístico serio. Sus informes podrán
generar impacto mediático y alarma social. Incluso clientes. Pero solo sirven
para desorientar a la gente y cabrear al personal sanitario.
Con todo, es mucho
peor lo de Jiménez Murillo, director del Plan Andaluz de Urgencias y Emergencias
(PAUE), que solo sabe lo que políticamente le interesa saber y que es el
verdadero artífice del desastre asistencial. Él y su séquito. Y ahí están, de
rositas. Es un trepador de fondo al que nadie le mete mano, cuando debería
estar desde hace tiempo en el Puerto de Santa María, y no precisamente comiendo
langostinos atigrados o patas de cangrejo rey. Este individuo es el responsable
del caos de las urgencias andaluzas.
Jiménez Murillo, director del PAUE FUENTE: Diario Córdoba |
Las estadísticas del PAUE están falseadas
en origen, de forma sistemática y planificada. Cualquier organización analiza
sus resultados con rigor y después introduce las medidas correctoras; Jiménez
Murillo y la Consejería corrigen ex ante
la forma de recoger los datos para que los resultados sean los deseados. Por
ejemplo, si políticamente no interesa aceptar que muchas personas van a
urgencias por problemas menores (esto traduce una mala gestión de la atención
primaria), la solución es cambiar el sistema de triaje para que lo que hoy es
leve, mañana sea grave. Asunto resuelto. La primaria funciona y los andaluces hacen
un exquisito uso de sus maravillosos servicios de urgencias. Nada de esto es
cierto: unos lo saben y otros se lo creen. Lo que yo sí sé es que hay muchas
cosas que sé. También sé que otros saben que las sé.
No es bueno, ni conveniente, dar pábulo a
organizaciones como negligenciasmedicas.com.
Sinceramente, no sé si el Servicio de Urgencias del Carlos Haya es el quinto
por la cola. Pero desde luego no lo será por lo que digan unos indocumentados,
en el sentido literal y no peyorativo del término. Hasta que no exista una
entidad independiente, externa y solvente que supervise y registre la atención
sanitaria, estaremos en manos de tunos y de iluminados.
Hasta entonces, no hay
quinto malo.
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