¿Huelga? No,
gracias
HÉCTOR MUÑOZ. MÁLAGA
Pueden tumbar el sistema. Con calma. Sin huelgas y
en pocos días. Solamente tienen que sacudirse la presión institucional y ejercer
de lo que son: médicos. Es rebelarse frente al funcionarismo y contra los
números que otros necesitan para conservar sus cómodos sillones. Sin
estridencias. Dentro de la ley y del código deontológico. Sosegadamente. Y no
solo es provocar la caída del tinglado político, es mucho más. Es ponerlo en
evidencia, con sus vergüenzas al fresco. Es someterlo al imperio del
conocimiento y a la nobleza de una profesión humanista. Lo contrario es lo que
hay: un mal presente y un futuro peor.
Málaga. Segunda quincena del mes de
octubre. Huelga de médicos en los centros de salud. Convocan o apoyan el
Sindicato Médico, la asociación profesional 'Basta Ya' y el Colegio de Médicos.
Un planteamiento
ambicioso
Según el diario Sur,
la iniciativa pretende ser el «principio de la reconstrucción de la sanidad pública andaluza». Ahí queda eso. Desde luego, las reivindicaciones son coherentes con la pretensión
manifestada: además de la ya clásica '10 minutos por paciente', exigen a la
Junta más y mejores contratos, subidas retributivas, mayor capacidad
diagnóstica, libertad de prescripción, seguridad frente a las agresiones y un
rechazo ―más o menos explícito, más menos que más― a las unidades de gestión clínica (UGC). Asunto capital
este último por ser el corsé que los burócratas aprietan para ahogar la
autonomía del profesional a cambio de cuatro perras gordas. Algunas más para
ellos.
Los diez minutos
no se piden, se toman
La experiencia profesional, esa gran
maltratada por los depredadores del sistema, dibuja en el pensamiento senderos
otrora inconcebibles. El que ha visto casos banales
que han acabado en sesiones de quimioterapia sabe muy bien lo que significa
esto. Casi nadie va al médico por morboso placer. Que unos profesionales tengan
que reclamar diez minutos para atender a sus enfermos forma parte de un
laberinto kafkiano en el que la realidad viola brutalmente a la sensatez, a la
Medicina y a todo galeno que se cruce en el camino.
¿Huelga para que se les puedan dedicar 600
segundos a los enfermos? Hay cosas que se piden por deferencia y si no, se
toman. Sobre todo si van preñadas de tanta legitimidad. Si todos los médicos de
todos los centros de salud de Málaga dedicaran esos diez minutos ―o los que
fueran necesarios― a sus enfermos, es muy posible que los antidisturbios
tuvieran que intervenir para evitar linchamientos. Ya conocemos el sabor de los
huesos de nuestro puchero. Pero el sistema caería irremisiblemente en pocos
días. Menos huelgas y más redaños.
A los de
urgencias que les den
Los médicos de atención primaria ―como todos―
durmiéronse en el regazo de aquella mentira que les prometió maná de por vida.
Poco les importó ―ni les importa― la lenta agonía de sus compañeros en las
urgencias hospitalarias. Y viceversa. Si hay un gremio insolidario, es el de
los médicos.
Inciertos
son los resultados de la huelga anunciada. Las reivindicaciones son muchas.
Mejor dicho, son todas. El momento y los convocantes invitan a barruntar cierta
intención política. Una cosa es segura:
el paro machacará a los de urgencias. Una vez más. Como diría el cómico, al
final son «las gallinas que entran por las que salen». Sin el comodín de una
población formada, la partida está perdida.
“A mi padre lo
echaron el otro día…”
Los reingresos precoces en el hospital son
un escándalo. Les dan de alta hoy y vuelven mañana. Por urgencias, claro. Y
vuelta a empezar. Demasiados médicos sucumben a la presión asistencial y se
creen mejores que nadie por su habilidad como 'defensas-escoba'. Lo más
sangrante del caso es que algunos de ellos son excelentes profesionales que aún
no se han percatado de que ―además de hacerle
el juego a los que los desprecian―
cualquier día de estos un juez los va a poner mirando para Antequera. Y lo
tendrán más que merecido. Por útiles.
Lo que hay que
hacer
Si todos los médicos de todos los
hospitales de Málaga hacen lo que hay que hacer, el sistema colapsa. No hay que
solicitar más pruebas. No es una huelga de celo. Es escuchar, atender y explicar.
Es resolver dudas. Los pacientes, las personas, necesitan una buena información
y una referencia. El coste económico es cero pero requiere tiempo. El que se
merecen, ni más ni menos. Es mucho más rápido solicitar el enésimo escáner; el
enfermo volverá a un carrusel que lo tendrá girando varios meses. Y un buen día
aparecerá en urgencias. La familia sabrá exactamente la fecha de las pruebas
pero nada de la enfermedad.
Instintivamente los profesionales
sanitarios están contribuyendo al trabajo sucio de la administración sanitaria.
Y no solo no mejoran la calidad de la atención, sino que la embarran. Casi
siempre con la mejor de las intenciones. Casi siempre.
Y cuando entiendan esto y se dediquen solo
a lo que les concierne ―la Medicina es el oficio más bonito del mundo― la situación
actual pintará de rosa para todos. A estas alturas hacer más huelgas es hollar
en vacío. No, gracias.
Gracias ,esa es la realidad, más tiempo al paciente y, menos al €, así verían como la enfermedad remite
ResponderEliminarantes y con precisión sin tanto engaño
Muchas gracias por el comentario, Nati. Un abrazo.
EliminarCoincido plenamente. Es más, practico lo que preconizas y me siento satisfecho por ello y considerado por mis pacientes. Pero me veo obligado a secundar la huelga y proclamar su necesidad. Creo que es la única manera rápida, después de años de inoperencia reivindicativa, de presionar a la Administración mediante un efecto reclutador de voluntades, medio voluntario/medio obligado por las circunstancias. Me explico. A los que no practican el uso del tiempo como principal herramienta de trabajo, por presiones o por acostumbramiento, será difícil sacarlos de ese adocenamiento de una manera rápida y que provocar así una masiva vuelta a la práctica de la medicina en conciencia. Si con la huelga lo conseguimos de manera rápida habremos dado un paso de gigantes en pro de la vuelta a una Atención Primaria digna para nosotros y de calidad además para el paciente. No a la huelga vacía de contenidos. Si a la huelga como derecho y plataforma para una nueva unión poderosa de nuestra magnífica profesión
ResponderEliminarEntiendo perfectamente tu razonamiento y lo comparto. Mi 'No' a la huelga no es por estar en contra de la misma, es por estarlo de medidas blanditas que no llevarán a nada. Ojalá cuando veamos los resultados tenga que desdecirme. Muchas gracias por el comentario y saludos cordiales.
EliminarCoincido plenamente. Es más, practico lo que preconizas y me siento satisfecho por ello y considerado por mis pacientes. Pero me veo obligado a secundar la huelga y proclamar su necesidad. Creo que es la única manera rápida, después de años de inoperencia reivindicativa, de presionar a la Administración mediante un efecto reclutador de voluntades, medio voluntario/medio obligado por las circunstancias. Me explico. A los que no practican el uso del tiempo como principal herramienta de trabajo, por presiones o por acostumbramiento, será difícil sacarlos de ese adocenamiento de una manera rápida y que provocar así una masiva vuelta a la práctica de la medicina en conciencia. Si con la huelga lo conseguimos de manera rápida habremos dado un paso de gigantes en pro de la vuelta a una Atención Primaria digna para nosotros y de calidad además para el paciente. No a la huelga vacía de contenidos. Si a la huelga como derecho y plataforma para una nueva unión poderosa de nuestra magnífica profesión
ResponderEliminarEntiendo perfectamente tu razonamiento y lo comparto. Mi 'No' a la huelga no es por estar en contra de la misma, es por estarlo de medidas blanditas que no llevarán a nada. Ojalá cuando veamos los resultados tenga que desdecirme. Muchas gracias por el comentario y saludos cordiales.
Eliminar